LAS FINANZAS DE LA IGLESIA EN EL BANQUILLO DE LOS ACUSADOS


La financiación dela Iglesiacatólica por parte del Estado en Polonia provoca en la actualidad una oleada de críticas lo que ha impulsado al gobierno a proponer a los ciudadanos la posibilidad de escoger entre financiarla o no financiarla, una revolución en un país en el quela Iglesiadisfruta hasta este momento de toda clase de privilegios.

 

¡Hay que cortar el cordón umbilical! clamaban las feministas polacas con ocasión de una manifestación celebrada a raíz del día internacional de la mujer con la intención de reivindicar que el Estado deje de nutrir las arcas dela Iglesia.Segúnalgunas fuentesla Iglesiapolaca recibe cada año del Estado entre 300 y 350 millones de euros. Las feministas no son las únicas que reivindicar una separación real dela Iglesiay el Estado en una Polonia en la que el 90% de la población aun se confiesa católica.

 

Un partido abiertamente anticlerical, el Movimiento de Palikot (RP)  es la tercera fuerza política en el Parlamento elegido hace cinco meses. “Sólo a cuenta de la enseñanza del catecismo en la escuela, el Estado gasta el equivalente a 100 millones de euros al año, ¿por qué no construir guarderías con ese dinero teniendo en cuenta que somos uno de los países de Europa con mayores carencias en ese terreno?” ha declarado ala   AFPJanuszPalikot, fundador y jefe del partido que lleva su nombre.

 

Consciente de la evolución de la opinión pública el gobierno liberal de Donald Tusk ha anunciado su intención de suprimir un fondo con el que el Estado financia las cotizaciones sociales del clero. Creado en la época del anterior régimen comunista, este fondo debía compensar ala Iglesiapolaca por la nacionalización de sus bienes. El año pasado esta subvención alcanzó una cifra próxima a 21,5 millones de euros. En su lugar los contribuyentes podrían asignar el 0,3% de su aportación fiscal ala Iglesiao a otra comunidad religiosa a su libre elección.

 

Perola Iglesiateme que en el futuro el Estado la deje sin financiación. Tiene un miedo tremendo a que a medio plazo se instaure un sistema  como el alemán en el que todo el mundo  puede declarar su religión y pagar por ello un impuesto complementario, o puede también declarar que no profesa ninguna religión con lo que no debe pagar nada. Esto último es lo que hacen cada vez más alemanes, lo que conlleva una disminución sustanciosa de los recursos dela Iglesiacatólica alemana. “La Iglesiaquiere tener siempre de rodillas a todo el mundo y para ella esto es una revolución” ha declarado Stanislaw Obirek, un antiguo jesuita. La sociedad dejará de ser una sumisa y forzada fuente de ingresos y se transformará en una colaboradora voluntaria que donará o no su dinero yla Iglesiano está preparada para afrontar este reto.

 

Quizá, pero lo que pasa en Polonia es la señal evidente de que el mundo evoluciona a una velocidad que a veces no deja de sorprendernos incluso a los que como nosotros esperábamos de alguna manera esta evolución.

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