LA DANZA DE LA LLUVIA


El obispo de Barcelona, el recién nombrado Sr. Juan José  Omella, ha remitido una carta a sus huestes y subordinados, para que a partir del 2 de febrero procediesen a rezar y hacer “rogativas” para que llueva después de más de noventa días sin hacerlo.

Antes de ser nombrado obispo de Barcelona lo fue de Barbastro-Monzón, y de Calahorra y La Calzada-Logroño y administrador de las diócesis de Huesca, y de Jaca. Así pues ejerció su mandato en lugares muy profundamente rurales donde seguramente aprendió la utilidad de las “danzas de la lluvia”. Las buenas gentes del campo dependen de la lluvia para su sustento y cualquier charla sobre el tema puede encontrar hueco en sus mentes necesitadas de esperanza.

Danza de la lluvia ejecutada en Harar -zona este de Etiopía

Lamentablemente para el Sr. Omella en la costa somos más descreídos y esas acciones ante su dios no parecen hacer mucha mella entre las/los ciudadanas/os, ni tan siquiera los de su grey, que pese a su fe, se han desprendido de esas prácticas más propias de los brujos, generalmente africanos, que nos dejan sus teléfonos en un papelito en el parabrisas del coche, asegurando que sus poderes para el amor, el dinero y si es necesario la lluvia, los heredan de sus ancestros y además prometen soluciones en 24/48 horas. Seguramente esa inmediatez lleva a mucha gente a sus “consultas/santuarios”, incluidos seguidores del Sr. Omella.

Curiosamente el argumento principal que utiliza el Sr Omella para justificar las plegarias para que llueva es “Solo el Señor es capaz de cambiar el curso de las cosas” frase que implica que solo su señor crea la sequia y si le pedimos que llueva lo hará, ¿a cambio de qué? ¿Por qué tiene que cambiar de no querer que llueva a desearlo? ¿Por las “rogativas”  y oraciones? No parece un dios muy misericordioso, más bien malvado. Primero sequia, después rezar, y dar óbolos de vez en cuando por si acaso, y finalmente llover…… cuando quiera.

La naturaleza seguirá su camino y pronto o tarde acabará lloviendo, como en todas partes, aunque nadie rece o aunque haga otro tipo de danza de la lluvia a otro dios o espíritu.

Por cierto esta anomalía está provocado por el complejo fenómeno llamado “el niño”, variación periódica de las temperaturas del agua en el océano pacífico,¿ habrá que hacer rogativas y danzas de la lluvia a “el niño”?

V.S.

Este articulo ha sido escrito para la revista digital “Gaietà Ripoll” editada por Ateus de Catalunya y que en estos momentos está en preparación

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