Con el leguaje que le caracteriza Leo ha tejido la historia sobre el proceso, nudo y desenlace, que la iglesia católica española, teniendo como brazo secular diversos grupos nacional-católicos, protagonizó en diversas partes de España, cuya culminación en Madrid podía haber acabado en una masacre. Estamos esperando aun la condena de la violencia que, de acuerdo con su última pastoral, debería haber publicado la cúpula episcopal, parece como si la violencia hecha en nombre de su dios no es violencia. Quedan emplazados o queden desenmascarados